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Estados Unidos y China reanudarán las comunicaciones entre militares «en los próximos meses», anunció el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, mientras Beijing saludaba la «estabilización» de las relaciones de seguridad entre los países en medio de las tensiones actuales sobre Taiwán y el Mar de China Meridional. . .
Austin se reunió con su homólogo chino, Dong Jun, el viernes al margen del Diálogo Shangri-La en Singapur, en las primeras conversaciones sustanciales cara a cara entre los dos jefes de defensa en 18 meses. La reunión tuvo lugar tras una videoconferencia en abril.
Austin y Dong se reunieron durante más de una hora en el hotel de lujo que acoge el foro de seguridad al que asisten funcionarios de defensa de todo el mundo y que en los últimos años se ha convertido en un barómetro de las relaciones entre Estados Unidos y China.
Austin dijo que las conversaciones telefónicas entre los comandantes militares estadounidenses y chinos se reanudarían “en los próximos meses”, según un informe publicado por el Pentágono.
También acogió con satisfacción los planes para un “grupo de trabajo de comunicaciones de crisis” con China para finales de año, según el comunicado.
El portavoz de defensa chino, Wu Qian, calificó las conversaciones de «positivas» y dijo a los periodistas que las relaciones entre militares «actualmente están deteniendo su declive y estabilizándose».
Pero Wu advirtió que no era posible que Beijing y Washington resolvieran todos los problemas bilaterales en una sola reunión, destacando su disputa más espinosa sobre Taiwán, que China considera parte de su territorio.
La edición de este año llega una semana después de que China realizara ejercicios militares alrededor de Taiwán y advirtiera de una guerra en la isla respaldada por Estados Unidos tras la toma de posesión del presidente William Lai Ching-te, a quien Beijing describió como un «separatista peligroso».
La disputa por el Taiwán democrático, que Pekín considera parte de su territorio, encabeza la lista de diferencias entre los rivales.
El Diálogo Shangri-La de este año se produce una semana después de que China realizara ejercicios militares en el territorio autónomo de Taiwán y advirtiera sobre una guerra en la isla respaldada por Estados Unidos tras la toma de posesión del presidente Lai Ching-te, a quien Beijing describió como un «separatista peligroso».
«La cuestión de Taiwán es un asunto puramente interno de China, las fuerzas externas no tienen derecho a interferir y las acciones de Estados Unidos violan gravemente el principio de una sola China», dijo Wu, refiriéndose a la decisión de Washington de felicitar a Lai y enviar una delegación a la ceremonia. .
Austin dijo que los ejercicios militares de China eran «provocadores» e insistió en que no debería utilizar la «transición política» de Taipei… como pretexto para medidas coercitivas.
Beijing también está furioso por la profundización de los vínculos de defensa de Washington en Asia-Pacífico, particularmente con Filipinas, y su despliegue regular de buques de guerra y aviones de combate en el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional.
En las últimas semanas, Filipinas ha acogido el mayor ejercicio militar conjunto jamás realizado con Estados Unidos. El jueves, el Ministerio de Defensa de China condenó enérgicamente el despliegue de un sistema de misiles de alcance intermedio estadounidense en el norte de Filipinas durante ejercicios militares en abril, diciendo que «traía enormes riesgos de guerra a la región».
China considera las actividades como parte de un esfuerzo estadounidense de décadas para contenerlas.
La administración del presidente Joe Biden y China han estado intensificando la comunicación para aliviar las fricciones entre los rivales con armas nucleares, y el secretario de Estado Antony Blinken visitó Beijing y Shanghai el mes pasado.
Uno de los principales focos de atención ha sido la reanudación del diálogo entre el personal militar.
China detuvo las comunicaciones militares con Estados Unidos en 2022 en respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán.
Las tensiones entre Washington y Beijing aumentaron aún más durante 2023 por cuestiones que incluyen un presunto globo espía chino que fue derribado sobre el espacio aéreo estadounidense, una reunión entre la entonces presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el sucesor de Pelosi, Kevin McCarthy, y la ayuda militar estadounidense a Taipei.
Las dos partes acordaron, tras una cumbre entre el líder chino Xi Jinping y Biden en noviembre del año pasado, reiniciar las conversaciones militares de alto nivel.
Esto incluye un canal de comunicación entre el jefe del comando estadounidense de Asia y el Pacífico y los comandantes chinos responsables de las operaciones militares cerca de Taiwán, Japón y el Mar de China Meridional.
Las fuerzas chinas y estadounidenses han tenido una serie de encuentros cercanos en la vía fluvial en disputa que China reclama casi en su totalidad.
Austin advirtió antes de que Biden y Xi acordaran reanudar el diálogo entre militares que los accidentes tienen el potencial de salirse de control, especialmente en ausencia de líneas abiertas de comunicación entre las fuerzas estadounidenses y chinas.
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Publish: 2024-05-31 03:53:44