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La verdad detrás de la noticia es que la gripe aviar, denominada H5N1, está más presente que nunca. En otoño, cuando las aves migratorias emprenden su viaje anual hacia climas más cálidos, la enfermedad se propaga con una facilidad inquietante. Alemania, uno de los países más afectados, ha tenido que sacrificar medio millón de aves de corral para frenar la扩散. Pero este no es solo un problema europeo; H5N1 ha alcanzado todos los continentes, incluida la Antártida, y las autoridades de salud siguen en alerta.
La versión actual del H5N1, que circula desde mediados de los 2000, es altamente patógena, es decir, puede causar una influenza aviar grave. Aunque se detectó por primera vez a mediados de los 90, solo desde 2020 las brotes han sido anuales. El riesgo de que la enfermedad se transmita de aves a humanos es real, aunque aún bajo.
Este otoño, las poblaciones de aves migratorias han comenzado su viaje hacia el hemisferio sur. Durante estas migraciones, las aves hacen paradas para descansar y entran en contacto con otras aves silvestres y de granja. Este año, las migraciones empezaron antes y especies como las grullas migratorias han sido infectadas, aumentando la probabilidad de que las aves de corral se infecten.
En Alemania, la situación se ha vuelto crítica. Cerca de Berlín y Stuttgart, cientos de grullas infectadas han muerto, obligando a las granjas a llevar a cabo masivas eugenias para evitar la propagación. «Es devastador ver cómo esto afecta a las granjas. Tenemos que tomar medidas drásticas para proteger a las poblaciones de aves y a las personas», dice Lena Weber, una veterinaria de Berlín.
Pero el problema no se limita a Alemania. Países como Dinamarca y los Países Bajos también han sacrificado miles de aves infectadas. Francia y Bélgica han elevado sus niveles de alerta a «alto», obligando a mantener a las aves de corral en el interior. Casos han sido detectados en el Reino Unido y Eslovaquia.
La gripe aviar no solo afecta a las aves. Los virus de la influenza, incluyendo el H5N1, pueden infectar diferentes especies. La transmisión se produce mediante el contacto directo con aves infectadas, la inhalación de partículas virales en el aire o el contacto con superficies contaminadas. Los granjeros y trabajadores de las granjas son los más expuestos.
«Es vital usar ropa de protección, guantes desechables, gafas de seguridad y una mascarilla FFP3», aconseja Timm Harder, quien lidera un laboratorio de diagnósticos virales en el Instituto Friedrich Loeffler (FLI) de Alemania. Algunas personas, principalmente trabajadores agrícolas, han sido infectadas con H5N1 en los últimos años. La mayoría ha sobrevivido, y ninguno ha transmitido la enfermedad a otras personas.
Sin embargo, el miedo a una mutación del virus que lo haga más transmisible entre humanos es real. «Cuanto más veces este virus infecta a un humano o a un animal, más oportunidades tiene de mutar y convertirse en una enfermedad que se transmita de humano a humano», advierte Meghan Davis, investigadora de salud ambiental de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.
La situación en California también ha alzado alarmas. En 2024, el estado tomó medidas preventivas contra el consumo de productos lácteos crudos no pasteurizados, que pueden contener partículas del virus.
Los brotes de la gripe aviar están afectando significativamente la producción de alimentos. Kristen Coleman, investigadora de enfermedades infecciosas aéreas en la Universidad de Maryland, enfatiza: «Es devastador ver la reaparición de la influenza aviar altamente patógena, especialmente en las aves de corral». Los granjeros están reportando escasez de huevos y productos cárnicos en las áreas afectadas por las masivas eugenias, lo que resulta en aumentos de precios para los consumidores.
«Definitivamente está impactando nuestro suministro de alimentos. Los consumidores sentirán el golpe alrededor del Día de Acción de Gracias en noviembre si hay una escasez de pavo», añade Coleman.
Pero Coleman también señala que las masivas eugenias son a menudo la mejor manera de manejar los brotes. «Pueden prevenir que la enfermedad se propague a otras granjas, poblaciones de aves silvestres y otros mamíferos», explica.
En 2023, un brote de H5N1 en Argentina afectó a más de 24,000 lobos marinos a lo largo de las costas del Pacífico y el Atlántico sudamericano, diezmándolos.
La gripe aviar es mucho más que una enfermedad de aves. Es un recordatorio de cómo la salud de los ecosistemas y la de las personas están intrínsecamente vinculadas. ¿Hasta cuándo podremos ignorar estas señales silenciosas de la naturaleza?
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