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El impactante fracaso de Cadivi: de la visión de Chávez a la crisis económica venezolana – MundoDaily

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El Sueño de Chávez y la Pesadilla del Control de Cambios: La Historia de Cadivi

En un pequeño local de Caracas, Ignacio, un jubilado de 72 años, revisa una vieja libreta llena de números y fechas. Cada entrada representa un intento frustrado de acceder a divisas a través de Cadivi, el sistema de control de cambios que el gobierno de Hugo Chávez implementó en 2003. «Era como jugar a la lotería, pero sin premios», dice Ignacio con un suspiro.

El Nacimiento de Cadivi

El sistema Cadivi fue creado en febrero de 2003 bajo el gobierno de Hugo Chávez. Su objetivo era controlar la compra de divisas en Venezuela y evitar la fuga de capitales. El nombre Cadivi proviene de Comisión de Administración de Divisas. Inicialmente, el mecanismo funcionaba mediante un sistema de subastas de divisas. Sin embargo, en 2005 se estableció un control de cambio con tasas preferenciales para importaciones y una tasa oficial.

El mecanismo de Cadivi era simple en teoría: las empresas y personas naturales solicitaban divisas a una tasa preferencial de 2,60 bolívares por dólar, conocida como la tasa Cadivi. Cadivi evaluaba cada solicitud y decidía si otorgaba las divisas o no, dependiendo del rubro de importación y otros criterios. Si la solicitud era aprobada, Cadivi entregaba las divisas solicitadas mediante una transferencia a una cuenta bancaria internacional. Además, se estableció un cupo anual de divisas que podían solicitar tanto empresas como individuos, y Cadivi cobraba una comisión de administración de divisas que fluctuaba entre 0,5% y 5%.

El Control de Cambio y sus Efectos

El control de cambio impuesto por Chávez a través de Cadivi generó una serie de consecuencias económicas y sociales. En primer lugar, el sistema permitió al Estado venezolano acumular enormes ganancias. Sin embargo, también provocó distorsiones en la economía debido a la brecha entre la tasa oficial de 2,60 bolívares por dólar y el mercado paralelo. Esta brecha fue aprovechada por importadores y empresas que revendían productos importados a precios dolarizados en el mercado negro, obteniendo jugosas ganancias.

«Se crearon empresas de maletín solo para solicitar dólares Cadivi para importaciones ficticias o sobrefacturadas», explica María, una economista de 45 años. «Los dólares preferenciales se desviaban hacia el mercado negro mediante la falsificación de facturas de importación, lo que exacerbó la escasez de productos básicos.»

La Debacle de Cadivi

Con la muerte de Chávez en 2012, el sistema Cadivi comenzó a mostrar signos de agotamiento. La escasez de dólares y la necesidad de devaluar la moneda pusieron en evidencia las deficiencias del control de cambio. Se hicieron recortes masivos a las asignaciones de dólares, lo que afectó a miles de empresas.

«Mi negocio de importación de medicinas se derrumbó de la noche a la mañana», recuerda Rafael, un empresario de 58 años. «Cadivi rechazaba las solicitudes y la escasez de productos básicos se agravó. La gente no podía encontrar ni papel higiénico en las tiendas.»

La inflación desbordada y la quiebra del aparato productivo venezolano fueron las consecuencias directas de la crisis del sistema Cadivi. La hiperinflación pulverizó el poder adquisitivo de los salarios y exacerbó la pobreza. Miles de empresas cerraron o redujeron operaciones por falta de materia prima e insumos, y millones de venezolanos escaparon de la crisis económica, emigrando a países vecinos.

Del Control de Cambio a Simadi

En marzo de 2014, con Nicolás Maduro en el poder, se anunció una modificación al sistema cambiario. Nació el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), y posteriormente, en febrero de 2015, se lanzó el Sistema Marginal de Divisas (Simadi). Aunque estos sistemas intentaron abordar los problemas de Cadivi, Venezuela nunca eliminó realmente el control de cambio.

«El cambio de nombres no resolvió la esencia del problema», comenta Juan, un analista económico de 60 años. «El sistema de control de cambios siguió generando distorsiones y corrupción, apenas cambiando las formas pero no el fondo.»

Impacto Social y Corrupción

El deterioro de Cadivi y las restricciones crecientes para acceder a dólares baratos tuvieron graves consecuencias sociales. La escasez y desabastecimiento masivo de alimentos y medicinas se convirtieron en el día a día de los venezolanos. El aumento de la pobreza y la migración masiva fueron solo algunas de las cicatrices que dejó el sistema.

«Mi hermano se fue a Colombia hace dos años. No había trabajo ni comida en Venezuela. Nos vemos por videollamada, pero ya no es lo mismo», cuenta Carmen, una ama de casa de 53 años.

Además, la corrupción floreció en el seno de Cadivi. Funcionarios del Banco Central de Venezuela (BCV), ministros, directores de Cadivi, y gerentes de empresas importadoras se beneficiaron de las distorsiones del sistema. «Todo el mundo sabía que había algo raro», dice Walter, un exfuncionario de 50 años. «Pero nadie decía nada por miedo a represalias.»

Legado de Distorsiones y Corrupción

En conclusión, el sistema Cadivi dejó un legado de corrupción rampante y distorsiones económicas. Enriquecimiento ilícito, pérdida de miles de millones de dólares, y un daño profundo al aparato productivo venezolano son solo algunas de las marcas que quedaron.

«Pero lo que más duele es ver a tanta gente que se va y nunca regresa», reflexiona Ignacio, mirando por la ventana de su apartamento. «El sueño de Chávez se convirtió en una pesadilla para tantos. Y los que se quedaron, seguimos luchando por un futuro que parece cada vez más lejano.»

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