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Desde la invención del organigrama en la década de 1850, las estructuras empresariales han cambiado muy poco: son jerárquicas y constan de múltiples niveles de gerentes y tomadores de decisiones. Esto se debe a que estábamos limitados por los límites de la inteligencia y la atención humanas para gestionar y controlar el flujo de trabajo. La IA puede cambiar esto. En los grandes modelos de lenguaje (LLM), tenemos una nueva y extraña forma de inteligencia, pero que funciona principalmente como asistente a nivel individual. En 2025, comenzaremos a ver las primeras organizaciones construidas en torno a la combinación de humanos e inteligencia artificial trabajando juntos.
Este cambio representa un cambio fundamental en la forma en que estructuramos y operamos nuestros negocios e instituciones. Si bien la integración de la IA en nuestra vida cotidiana se ha producido muy rápidamente (los asistentes de IA son una de las adopciones de productos más rápidas de la historia), hasta ahora las organizaciones han visto beneficios limitados. Pero el próximo año marcará un punto de inflexión en el que la IA pasará de ser una herramienta para la productividad individual a un componente central del diseño y la estrategia organizacional.
Para 2025, las empresas con visión de futuro comenzarán a reimaginar toda su estructura organizacional, sus procesos y su cultura en torno a la relación simbiótica entre la inteligencia humana y la artificial. No se trata sólo de automatizar tareas o aumentar las capacidades humanas; se trata de crear formas de trabajo completamente nuevas que aprovechen las fortalezas únicas de los humanos y la IA. La clave para desbloquear el verdadero poder de los LLM radica en ir más allá de los casos de uso individuales hacia la integración a nivel organizacional. Si bien hemos visto resultados impresionantes de personas que utilizan asistentes de IA para tareas como escritura, codificación y análisis, la verdadera transformación se producirá cuando organizaciones enteras se construyan en torno a la colaboración entre humanos y IA.
Las empresas emergentes están liderando la carga. Los capitalistas de riesgo informan de una tendencia creciente de empresas de cartera que prometen mantener equipos ágiles de no más de 30 personas, confiando en la IA para escalar sus operaciones sin los tradicionales gastos generales. Sin embargo, los beneficios de este enfoque pueden ser aún más significativos para las organizaciones grandes y establecidas. Estas empresas tienen el potencial de utilizar la IA para superar las ineficiencias, desbloquear un nuevo crecimiento a partir del talento existente y aprovechar la inteligencia colectiva de su fuerza laboral de maneras nunca antes posibles.
Para 2025, veremos un aumento en el número de nuevas empresas “nativas de IA” que construyen todo su modelo operativo en torno a la colaboración entre humanos y IA desde el primer día. Estas empresas se caracterizarán por equipos humanos pequeños y altamente capacitados que trabajarán junto con sofisticados sistemas de inteligencia artificial para lograr resultados que rivalicen con los de organizaciones tradicionales mucho más grandes.
Para las empresas más grandes, el camino para convertirse en una organización integrada en IA será más complejo, pero potencialmente más gratificante. Estas organizaciones deberán realizar importantes esfuerzos de investigación y desarrollo para comprender cuál es la mejor manera de aprovechar la IA en su contexto específico. Este proceso revelará una verdad importante: debido a que la IA funciona menos como el software tradicional y más como una persona (incluso si no lo es), no hay razón para suponer que el departamento de TI tenga los mejores indicadores de IA o algún conocimiento específico sobre el utiliza capacidades de IA más efectivas dentro de la organización.
Entonces, si bien la TI ciertamente desempeñará un papel crucial en la implementación y el mantenimiento de los sistemas de IA, los casos de uso reales y las innovaciones provendrán de trabajadores y gerentes de todos los departamentos que descubran oportunidades para utilizar la IA para mejorar su desempeño laboral. De hecho, para las grandes empresas, la fuente de cualquier ventaja real en IA provendrá de la experiencia de sus empleados, necesaria para desbloquear el conocimiento y las capacidades latentes en los sistemas de IA. Esta comprensión conducirá a una democratización del uso de la IA en algunas organizaciones, y serán ellas quienes liderarán la transformación que se avecina.
Las estructuras organizativas que surjan de esta integración de la IA serán marcadamente diferentes de las jerarquías tradicionales a las que estamos acostumbrados. Es posible que veamos el surgimiento de estructuras más fluidas, basadas en proyectos, donde los equipos se forman y se disuelven rápidamente en torno a objetivos específicos, con los sistemas de inteligencia artificial actuando como conectores y facilitadores. Los roles de la gerencia media podrían evolucionar para centrarse más en la coordinación entre humanos y la IA en lugar de las tareas de supervisión tradicionales. En 2025, las empresas más exitosas no serán aquellas con las tecnologías de inteligencia artificial más avanzadas, sino aquellas que puedan combinar de manera más efectiva la inteligencia humana y artificial para crear nuevas formas de valor.
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Publish: 2024-12-15 05:00:00